6/12/2007

Tangible

Volverán como la disparidad de mis sueños,
los comicios de la valía.
Se enterará que existe un corazón,
que los sueños siempre tienen una razón.
Comenzarán los comentarios de los impíos,
esos que viven por la vida ajena.
Y no será más que el cumplimiento de un deseo hecho sueño.
No será más que la veracidad de esto,
que se ha postergado sin dudar.
Se colman los rincones de las ideas que se creían perdidas,
se vuelcan las paredes de las denuncias de un confinado amor,
de la dureza de los rostros
que sólo muestran el miedo impuesto
por generaciones de degeneración cuantitativa
que se califican en el juego siniestro de la corazonada.

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