Lenguas dormidas
Palabras que se quedaron en tiempos poco creíbles, figuras escritas en losas y hasta en pergaminos, sabiduría dilatada y hoy casi muerta casi enterrada.
Las lenguas dormidas esas que por su peso ahogaron gritos y reclamos.
Se descubrieron las lenguas dormidas esas que aunque no están muertas figuran como tal por su escasez de movimiento.
Las lenguas dormidas dejaron de pelear, de adjuntar reclamos por sus derechos y por los derechos de los demás, ellas cambiaron la lucha unas por cansancio otras por comodidad.
Ya no hay discusiones por el amor, ya no hay derogaciones por la pasión solo queda una que otra interrogante por el teléfono celular que suene mejor, solo queda uno que otro debate sobre el nuevo estilo de vestir y si hay tiempo sobre el showbussines y su tendencia.
Se malversaron las ideas y por ello quedaron las lenguas dormidas, por la Internet, por el arte pop, por el comunismo, por el capitalismo, por la sociedad, por la suciedad, por el egoísmo, y hasta por el hedonismo.
Se quedaron las lenguas dormidas, sin reproches, con conformismo, sin esperanza y con servilismo.
