Se incendio la luna en horas de la madrugada
Un sueño voló rampante hasta su encuentro
Pero sin bomberos que ayudaran la mitad de su esplendor quedo en cenizas
Ya no tenemos luna sino un remedo de sueño, que nos distancio del esplendor de las noches
Y lo peor es que nadie se ha dado cuenta de este hecho
Se perdieron los cuerpos de ensoñación, y hasta los recitales que danzaban
Como piedra angular de poemas, de canciones, de prosas, de lamentos.
Ahora hay un reproductor, un celular, un windows, un carro, unos zapatos y hasta un pantalón. Pero de aquellos sueños elevados a la luna, no queda más que un remoto recuerdo, que fue violado por nosotros cuando perdimos la razón.