Para Decir Adios

Para decir adiós hay que estar consiente de las consecuencias, considerar los hechos y juzgar con paciencia. Para decir adiós hay que cargar con la ausencia, el malestar de la imprudencia y borrar por completo la frase "TE QUIERO AQUÍ CONMIGO". Para decir adiós es necesario derogar y caer en politiquerías absurdas, para así poder precisar "que este amor se nos fue y posiblemente nunca será" Para decir adiós hay que estar preparado, a los inviernos, a los veranos, a la escasez, al desamparo. Para decir adiós no se pueden buscar ni excusas, ni rendijas; y saber que al principio siempre habrá escaramuza. Para decir adiós no se puede eludir el dolor, no se puede contener el desprecio, no se puede pensar en el mundo si no están los dos. Hoy digo adiós con melancolía, con desgano sin afán, te digo adiós por lo antes dicho, por lo que quedó por decir, por lo que un día se dirá. Por el amor que aún siento y tu tal vez sentirás, te digo adiós con pena sin gloria. Te digo adiós porque no hay mas que decir, y si así fuera, de mi boca no escucharas el sentir, no te esperare en la ventana, ni jurare a la luna que sabe cuanto te amaba, ni soñaré despierto, ni contemplare al desierto. Porque para decir adiós, sólo tengo mis manos ya vacías y maltrechas, llenas de cicatrices sin matices, llenas de soledades... Llenas de lo que no fue.