Dejame

Déjate amar. Déjame amarte. Déjame un tiempo, uno de esos que dispones para la soledad. Déjame contenerte, no me dejes implorarte. Déjame concederte eso que llamamos paz. Déjame complacerte y hasta congraciarte. Déjame competir por ti. Déjame empinarme, aislarme, desarmarme. Déjame llorar. Déjame hablar. Déjame incentivar. Déjame distanciar los ardores de la congraciada irrealidad. Déjame decirte que te amo. Déjame entregarte mi amor. Déjame contentar tu corazón. Déjame iluminar tu alma. Déjame facilitar tu sonrisa. Déjame entrar en ti. Déjame una llave bajo la alfombra. Déjame un tiempo. Déjame un concierto… Un concierto de besos, una melodía de amores, un soneto de pasiones, una canción de caricias, un díscolo concepto de veracidades y amistades. Déjame una sonrisa, un amor, una caricia, déjame contenerme, pero no me dejes detenerme.