La noche se vestía de negro y lentejuelas
una luna ausente hacía alarde de su capacidad de desaparecer
Un viento del sur abrazaba casi congelante los huesos de tantos que cedieron sus vidas por un mañana sin salida
Abrazo mi tiempo con las extremidades de senderos
Vuela
vuela
Le decía al ave que me inculcaba los sueños y las verdades
Vértigo...por ti, por la altura del sentimiento, por la venida de un sortilegio
Paralelos de ruido me colman los tímpanos
Defracmentación del disco
es hora de disuadir al software
para que el hardware trabaje
y las máquinas nos concedan
el placer de no hacer nada
ni de construir algo…
sólo malversar todo
La ventisca arrecia, y el vendaval está a la puerta
ventilemos el sueño abriendo la ventana del pretérito
los corazones bombean la sangre que da vida. Las mariposas invaden por el polen que un día germina
apológico
indefinido
redimido
en conflicto continuo
con lo que a duras penas he vivido
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