6/12/2007

Caleidoscopio

Flores en mí morral.
Cuentos por despertar.
Campanarios disuadidos por el clamor de una herejía.
Las cofradías difaman las verdades dichas a medias
e imprimen sus mentiras dictadas a gritos...
Un enano mastica el muérdago de la oscuridad y se trasmuta, como el color de sus pupilas dilatadas por el opio del pueblo.
A tientas está el ciego que sin bastón, intenta buscar la salida al camino en el borde del acantilado.
Mujeres lloran por la sangre derramada
y las azoteas atestadas de chimeneas inundan del humo negro a los cielos que azules ya no esperan.
Flores en mi morral sueño sin despertar.
Cantidades indefinidas.
Cuantitativas dirigidas.
Expulsiones de dinastías.
Dificultades para conseguir las valías,
diferencias en el sentido,
convergencias en los caminos.
Todos buscan la piedra que les de la señal
y adoran al Mesías que los vendrá a salvar,
las hojas cantan la herejía del desden
y los corazones pierden el sentido del vaivén.
El reloj marca las dos,
es el tiempo de mandar a trabajar al bufón,
es el momento de operar el tractor,
de encender la maquina y disuadir al doctor
de que la sociedad está bién y que los sueños son el recuerdo de la cama,
más no de la vida.
Bienvenidos navegantes,
gracias por las cartas de Proudhon,
gracias por la critica de Cioran,
gracias a la deconstruccion de Derrida.
Aquí se formaron y se formarán los sueños más allá de la cama,
más allá de la vida,
más allá del sujeto
donde se encuentra el ideal.
Donde se miente por libertad.

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